Hombre acusado después de que se encontraran detonadores robados en Hagerstown

Un hombre del área enfrenta 10 delitos graves después de que su ex esposa encontró artículos sospechosos en su sótano del área de Hagerstown que luego se determinó que incluían detonadores, según la oficina del jefe de bomberos del estado de Maryland.

Stephen Kyle Thompson, de 48 años, enfrenta ocho cargos de posesión/almacenamiento de un dispositivo explosivo y un cargo cada uno de posesión de explosivos sin licencia y robo, según el comunicado y los registros judiciales.

La pena máxima por posesión/almacenamiento de un dispositivo explosivo es 25 años en prisión estatal y/o una multa de $250,000.

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Los registros judiciales de Thompson indican que tiene direcciones en Hedgesville, W.Va., y el área de Owings, Maryland, en el norte del condado de Calvert.

Los detonadores "representan una amenaza inminente para la seguridad pública, la propiedad y el medio ambiente en las manos equivocadas", afirma el comunicado de la oficina del jefe de bomberos.

Los detonadores electrónicos se consideran detonadores, según los documentos de acusación de Thompson en el Tribunal de Distrito del Condado de Washington. Por sí solos, los detonadores también se consideran dispositivos destructivos que pueden causar lesiones graves o la muerte.

"El rápido reconocimiento del peligro potencial con estos dispositivos y su decisión de contactar de inmediato a las autoridades locales fue absolutamente apropiado en este incidente", dijo el jefe de bomberos del estado Brian S. Geraci en el comunicado. "Esto sirve como un recordatorio positivo para todos los miembros del público del mensaje nacional: 'Vea algo, diga algo'".

Los investigadores concluyeron que Thompson robó los dispositivos destructivos de su empleador, Rust-Oleum, y de su contratista de protección contra incendios. La compañía utilizó legalmente detonadores como parte de su sistema de extinción de incendios para penetrar una lámina de metal de 6 mm a 7 mm que contiene agua para un tanque de aproximadamente 30 galones almacenado bajo presión, según el comunicado y los registros judiciales. Otras dos empresas están a cargo de ese proceso para Rust-Oleum, dijo un funcionario de la empresa al jefe de bomberos del estado.

Los ocho detonadores eléctricos robados de Kistler O'Brien Fire Protection tienen un valor de $6,976, según los registros judiciales. La empresa de protección contra incendios sustituye los detonadores del sistema de extinción de incendios de Rust-Oleum.

Los registros judiciales no incluyen la dirección de las instalaciones de Rust-Oleum ni indican cuándo fueron robados los detonadores.

Thompson estaba detenido sin derecho a fianza el miércoles en el Centro de Detención del Condado de Washington.

El juez del tribunal de distrito Terry A. Myers ordenó que Thompson sea examinado a través del Departamento de Salud de Maryland para determinar si es competente para ser juzgado, según indican los registros judiciales.

Un jefe de bomberos estatal fue llamado a una casa en la cuadra 12700 de Greencastle Pike, al norte de Huyetts Crossroads, alrededor de las 3 pm del domingo 16 de julio, según los documentos de la acusación.

La esposa separada de Thompson dijo a las autoridades que estaba limpiando su sótano para que él pudiera quitar fácilmente lo que era suyo cuando encontró una bolsa de plástico con ocho tubos de cartón que contenían artículos envueltos en espuma rosa, según los documentos de la acusación.

Sacó uno de los objetos de un tubo y vio "explosivo" en el costado de lo que parecía un tubo recubierto con dos cables cubiertos con un tubo de plástico, según los documentos de la acusación.

Thompson había trabajado en Rust-Oleum en el pasado y supuestamente le dijo que consiguió los artículos allí, según los documentos del cargo.

La esposa separada también dijo a las autoridades que Thompson habló sobre construir explosivos y que le había dicho que había escondido un dispositivo que construyó en las vigas del techo del sótano, según documentos judiciales. Los cables estaban soldados a una pieza roscada y sobresalían para poder unirlos a lo que parecía ser otro cable.

Dejó el artículo, llamó a la policía estatal y le aconsejaron que evacuara la casa.

Estaba esperando afuera con sus hijos y perros cuando llegó un jefe de bomberos del estado.

El jefe de bomberos identificó un casquillo explosivo y casquillos que "todavía estaban activos/cargados e intactos", afirman los documentos de la acusación. Desvió las tapas para protegerlas de cargas eléctricas o estáticas, que podrían haberlas descargado, y las sacó de la casa.

El jefe de bomberos también confirmó con el escuadrón antiexplosivos de la oficina que Thompson no tiene licencia para explotar explosivos y tiene prohibido poseer explosivos, según los registros judiciales.